lunes, 17 de octubre de 2016

Diario Fo (Vida y obra )



Murió el 13 de octubre el dramaturgo italiano, Dario Fo, a los 90 años. A finales de la década de 1960 fue uno de los fundadores de la compañía de teatro autogestionada Nuova Scena, que nació con el objetivo de hacer un teatro verdaderamente popular, crítico y social que fuese políticamente eficaz. En los años 70 la compañía se transformó en el Colectivo Teatral La Comune, también independiente y autogestionada, que llegó a ser blanco de un atentado fascista en 1978.

Radical, muchas veces compañero de las posiciones libertarias, Dario Fo llevó a la escena el drama vivido por el ferroviario anarquista Giuseppe Pinelli – un antiguo integrante de la resistencia contra el fascismo y miembro de la Cruz Negra Anarquista, falsamente acusado por la policía (conforme se comprobó después) de ser el autor de un atentado con bomba en una plaza de Milán, que mató 13 personas, hiriendo a otras 88.

Pinelli apareció muerto, arrojado desde una ventana a lo alto de una dependencia policial cuando estaba siendo interrogado. Según las autoridades había fallecido de “causas naturales”. Sobre la muerte de Pinelli, Dario Fo escribió la pieza “Muerte Accidental de un Anarquista”, que ha sido traducida y representada casi por todo el mundo.

Añadir leyenda
Dario Fo se hizo conocido internacionalmente en 1969 cuando publicó la pieza teatral “Misterio Bufo”, una epopeya de los oprimidos inspirada en la cultura medieval y cuyo héroe llama a la revuelta a través de la risa.

Entre las muchas piezas de carácter social escritas por Dario Fo, se destaca también “Aquí nadie paga”, sobre una familia obrera, sin recursos para soportar el aumento del costo de la vida, y el texto de “Pum Pum. ¿Quién es? ¡La policía!”, donde pone de relievo el sucio papel de la policía y las técnicas despreciables usadas por el Ministerio del Interior y por los Servicios Secretos italianos.

Dario Fo recibió el Premio Nobel de Literatura en 1997.

[Publicado originalmente en portugués en https://colectivolibertarioevora.wordpress.com/2016/10/13/morreu-dario-fo-um-companheiro-nao-acidental. Traducido al castellano por Redacción de El Libertario.]

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 Mistero Buffo

Estreno en la Universidad Estatal de Milán, 30 de mayo de 1969
Intérpretes: Dario Fo, Franca Rame.
Sobre la base de los llamados misterios bufos, que en la Edad Media representaban los juglares para hacer mofa de los Misterios evangélicos, el autor presenta una crítica de las injusticias sociales y el poder de la jerarquía eclesiástica, en ocho partes:

    Resurrección de Lázaro.
    Bonifacio VIII.
    El hambre de Zanni
    Historia de San Benito de Nursia
    Grammelot de Scapino
    Grammelot del abogado inglés
    María en la Cruz
    El milagro de las bodas de Caná

más sobre Misterio Bufo: ATALAYA-TNT


Misterio bufo, por primera vez traducido al castellano, es sin duda la obra más famosa de Dario Fo, tras su representación en España en 1982, y también el texto más significativo de su investigación sobre las raíces del teatro popular. Las nueve piezas que lo componen retoman, en clave grotesca, las representaciones sacras de nuestra tradición. La figura del juglar, del bufón que satiriza con su verdad las costumbres asumidas, sirve a Fo para exponer la podredumbre o corrupción moral en la que vivía el clero durante el papado de Bonifacio VIII, o bien para parodiar la resurrección de Lázaro o el milagro de las bodas de Caná, que se convierten aquí en metáforas de nuestra realidad actual. Según el autor, para el pueblo, el teatro ha sido siempre el medio principal de expresión, de comunicación, pero también de provocación y de agitación de ideas. El teatro era el periódico hablado y dramatizado del pueblo y Dario Fo se ha convertido en su heredero universal.



El país de los cuentacuentos

Si es cierto que en los primeros años se fragua la personalidad e intelecto de un individuo, es fácil atisbar el genio del Premio Nobel de Literatura en la sorpresa con que observa el cambiante mundo que le rodea dúrate sus primeros diez años de vida. Fo creció cerca del lago Maggiore, en Porto Valtravaglia, un lugar habitado por los apodados “murciélagos”, trabajadores de los grandes hornos de la vidriería o la cal, pescadores y contrabandistas que vivían prácticamente de noche. Entre ellos, los personajes más fascinantes y respetados eran los cuentacuentos y los fabuladores, gloria y orgullo del pueblo entero.


Aquí no paga nadie


En «Aquí no paga nadie» Dario Fo refleja la sociedad italiana en plena crisis social y económica de los años setenta. Es la rebelión de una mujer, Antonia, que junto con otras muchas mujeres de su barrio en el momento de hacer la compra en el supermercado comprueba indignada que los precios han vuelto a subir otra vez más escandalosamente y deciden, uniendo el valor de todas y por una vez en su vida, rebelarse y llevarse los alimentos sin pagar. Antonia vive con Juan (honesto cumplidor de la ley) son un matrimonio maduro, los acompañan Luis y Margarita, una joven pareja amigos y vecinos suyos, entre todos nos muestran las penalidades.


Lucrecia Orgia, La hija del Papa


Lucrecia Borgia: hija de un Papa, tres veces casada, un marido asesinado, un hijo ilegítimo… todo en solo treinta y nueve años y en pleno Renacimiento. La suya fue una vida realmente increíble que sin duda alguna merece la pena contar. Lo han intentado escritores, filósofos e historiadores. Ahora, a modo de excepcional homenaje a su esposa recientemente fallecida, el premio nobel Dario Fo, alejándose de reconstrucciones escandalosas o puramente históricas, nos revela en una novela toda la humanidad de Lucrecia, liberándola del cliché de mujer disoluta e incestuosa y sumergiéndola en el contexto histórico y en la vida cotidiana de su época. De esta forma, el lector vivirá en primera persona la fascinación de las cortes renacentistas, con el Papa Alejandro VI, el más corrupto de los pontífices, y su diabólico hermano, César. También con los maridos de Lucrecia, expulsados, asesinados, humillados, y sus amantes, el primero de todos los grandes humanistas Pietro Bembo, con el que compartía el amor por el arte, por la poesía y el teatro. Todos ellos peones del despiadado juego del poder.


   
Muerte accidental de un anarquista

Muerte accidental de un anarquista es para muchos la mejor obra de Dario Fo. En ella nos ofrece una crítica mordaz contra las mentiras organizadas desde el poder, y como en todas sus obras, utiliza el arma más temida por las clases dirigentes: la risa. En esta farsa demoledora que discurre como una hilarante comedia negra, Fo construye a través de multitud de situaciones cómicas, una absorbente trama policíaca tan absurda como trágica, provocando al espectador para que reflexione a la par que se divierta de la manera más inteligente.

SINOPSIS 


Un loco es detenido por la policía en la comisaría donde unos días antes otro detenido, un ferroviario anarquista acusado de colaborar en un atentado terrorista, muere al caer por una de las ventanas del edificio. Por su manifiesta demencia, la policía decide ponerle en libertad. Ya suelto por la comisaría, haciéndose pasar por múltiples personajes y provocando la confusión entre los mandos policiales, desmontará la versión oficial de la muerte del anarquista, que hablaba de suicidio y ocultaba lo que en realidad fue un asesinato. Y así, a través de una serie de escenas tan cómicas como macabras, el loco hará que los culpables acaben confesando los hechos tal y como en realidad ocurrieron.


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Muere Dario Fo, dramaturgo y azote del poder político y eclesial

Pablo Ordaz

Ha muerto Dario Fo, premio Nobel de Literatura en 1997. La noticia, aunque temida desde que hace unos días ingresara en un hospital de Milán aquejado de una insuficiencia respiratoria, llena de tristeza Italia. El marzo pasado había cumplido 90 años sin perder la pasión por el teatro, la pintura, la escritura y el activismo que lo llevó a convertirse en referente moral de una izquierda italiana que, según lamentaba, murió el día “en que se casó estúpidamente con el poder”.
Un poder, el de la casta política o eclesial, que el Nobel de Literatura siguió atacando con la misma fuerza con la que, a pesar de los achaques propios de la vejez, acudía cada día a su taller de Milán para transmitir su sabiduría a un grupo de jóvenes artistas: “Solo me interesa trabajar con los jóvenes. Dar ejemplo. Eso es lo más importante”.
Fo, nacido el 24 de marzo de 1926, en Sangiano, un pequeño pueblo de Varese en el que su padre era el jefe de estación, estudió en la Academia de Bellas Artes de Milán, pero enseguida orientó su vida al teatro, entrando a trabajar en la RAI –la televisión pública italiana—como autor y actor de textos satíricos. Desde 1968, en compañía de Franca –su compañera de vida y de carrera artística—y de Massimo de Vita, Vittorio Franceschi y Nanni Ricordi, fundó el grupo teatral Nueva Scena, con la intención de recuperar los valores sociales del teatro. Durante su larga trayectoria publicó más de 100 obras teatrales que él mismo solía dirigir e interpretar, y numerosos libros. Fue un juglar, un maestro de la sátira. Mistero Buffo fue su obra maestra, donde interpretaba él solo multitud de personajes y mostraba unas grandes dotes de mímica. También habría que destacar ¡Aquí no paga nadie!, Tutta casa, letto e chiesa, Coppia aperta.
Estaba desencantado con la política, pero a pesar de eso –o tal vez por eso—no dejó de apoyar hasta el último momento al Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, al que consideraba la última playa de la esperanza. Según aseguraba, la tan esperada caída de Silvio Berlusconi no había dado paso a una nueva política en Italia. “Todo sigue casi igual”, se lamentaba el pasado marzo en su estudio de Milán, “todo es un juego. El juego de la falsa democracia. La gente de Berlusconi sigue ahí. Y él se ha salvado. Matteo Renzi lo ha salvado de la cárcel, de algunos procesos muy peligrosos para Berlusconi porque tenían que ver con la sexualidad, con el escándalo que eso conlleva para sus bases católicas. Hoy Italia se ha convertido en una especie de polenta, todo ha sido mezclado, no hay punto de partida ni de llegada, no hay dignidad”.
En muchos momentos de su vida fue un hombre enfadado, pero jamás un hombre triste. Solía decir que había tenido una vida “exageradamente afortunada”.


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